LA NACIONAL DE COLOMBIA – IMPRESIONES DE UNA EXTRANJERA

Siempre me alegró muchísimo el hecho de que la Universidad Nacional tuviera numerosas exposiciones sobre Gabriel García Marquéz en los diferentes edificios, pero nunca pensé que había alguna razón particular para esto, porque Gabo es motivo de orgullo nacional. Nosotros decimos ser el “país del fútbol y el carnaval,” ellos dicen que son el “país del café y de García Márquez.”

Pero, en una de mis andanzas por alguna exposición cualquiera, descubrí que él fue estudiante de la Universidad Nacional, mi universidad! Y, precisamente, cursó la carrera de derecho, mi carrera! Una vez que el actual edifício de la Facultad de Derecho fue construído en 1940 y Gabo asistió a la universidad entre 1947 y 1948 (él nunca se graduó!), la conclusión a la que llego es que GARCIA MARQUEZ Y YO SOMOS COMPAÑEROS EN LA UNIVERSIDAD. Compartimos los mismos salones, los mismos caminos y probablemente tomamos un tinto eN la misma cafetería! Que loco!

Cuando me enteré de eso, me sentí tan feliz y emocionada! No sólo porque el personaje más importante de este país, y quizás de LatinoAmérica, había estudiado donde, por broma del destino, hoy estoy yo, esto no es el principal motivo de mi alegría, si no que finalmente, comprendí la importancia de esta universidad para Colombia y por tener el inmenso privilegio de hacer parte de esta historia, aunque de una manera tan sencilla.

“La Nacional”, “La U” o “La Nacho”, como los estudiantes cariñosamente la llaman, es la universidad más famosa y de mejor calidad del país. El estudio universitário acá es extremadamente costoso y, cuantitativamente, hay menos escuelas que en Brasil. Por lo tanto, el examen de admisión de la Nacional tiene altísimos niveles de competencia. En un ejemplo ridículo, es como si en Río de Janeiro no hubiera la UFRJ, UERJ, UFF y UNIRIO, pero sólo una gran universidad pública, la mejor del país, y todos los estudiantes de Brasil quisieran ingresar allí.

Debido a esta gran competición, los estudiantes acá vienen de muchas partes del país, razón por la cual la universidad recibe otro apodo, “La Pequeña Colombia”, es decir, refleje exactamente la diversidad cultural de todo el territorio nacional. Pocos son los estudiantes nacidos y crecidos en Bogotá. Hay gente de la costa, gente de pueblos, ciudades pequeñas, ciudades más o menos grandes, hay incluso indígenas, con ropa de indígenas, que estudian portando notebooks.

La Nacional es poesía pura, es preciosa. La universidad, vista desde arriba, tiene la forma exacta de un búho, animal símbolo de la sabiduría (busquen en google maps!), y fue proyectada por dos alemanes. Ellos trajeron para el país el concepto de “campus”, lo que yo no conocía antes.

Plan de la Universidad Nacional en forma de búho

Plan de la Universidad Nacional en forma de búho

Cada carrera tiene su propio edificio y estos cuenta com características de la profesión y del estudiante – el edificio de Ciencia y Tecnología, por ejemplo, es ultra-moderno, el de Bellas Artes cuenta con dos grandes esculturas en la entrada y otras dispersas por todo el edificio y el de derecho, mi favorito, fue construido en forma de una escala, nuestro símbolo de la justicia. Ademas, entre todos los edificios, hay grandes zonas verdes, donde los estudiantes se reunen entre una clase y outra.

El edificio del colegio de abogados, la balanza de la justicia

El edificio del colegio de abogados, la balanza de la justicia

El común denominador de los estudiantes de todas las carreras y también nuestro punto de encuentro es la “Plaza Che”. Hasta el año 1976, la plaza fue nombrada “Plaza Santander,” y fueron los propios alumnos quienes, a través de un acto simbólico, decapitaron la estatua de Francisco de Paula Santander – militar, político y considerado libertador de Colombia -, colocaron un árbol en su hogar y pintaron a Ernesto Che Guevara en la pared.

La Plaza Che

La Plaza Che

El movimiento estudiantil que decapitó a la estatua del libertador del país y cambió el nombre de la plaza central todavía está presente y activo en la Nacional. Los estudiantes, de todas las carreras, están muy comprometidos políticamente, lo que se nota desde el momento en que uno pisa el campus. Todas las paredes están llenas de graffitis con contenido ideológico, desde feminismos hasta las FARC.

En la parede del edifício de Derecho

En la pared del edifício de Derecho

Además, la lucha no está sólo en las paredes, sino también en las calles del campus, donde, algunas veces, vemos a los estudiantes con las caras enmascaradas, los “encapuchados”, utilizando el territorio de la universidad para protestar, con explosivos y “papas-bombas” (tomo nota de que, a pesar de la causa, la mayoría de los estudiantes están en contra del uso de la violencia como una forma de protesta). Cuando esto sucede, las clases están suspendidas, a pesar de que nosotros, los extranjeros, estamos allí tomando fotos.

Los Encapuchados

Los Encapuchados

Si no fuera por mi experiencia en la Nacional, estoy segura de que no iba a conocer este país como lo conosco hoy. El título de “pequeña Colombia” fue concedido de forma muy justa. El ambiente de la nacional te llena de conocimiento, simplemente por el hecho de estar allí.

Yo siempre digo que la experiencia de la educación pública es indispensable para la formación del hombre, porque le proporciona una noción de mundo y del otro, y la Nacional sólo mejora mi pensamiento. Todos los estudiantes son tan plurales y, al mismo tiempo, luchan incansablemente por este país. Ellos me enseñaron que la Colombia piensa, Colombia actúa, Colombia produce, Colombia no es y nunca debería haber sido un país estereotipado por las drogas y la guerrilla. Colombia es más.

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